domingo, 22 de agosto de 2010

ESTAMOS BIEN EN EL REFUGIO LOS 33

Hace mucho tiempo que no escribo en este blog. Las circunstancias políticas no me motivaban, pero hoy lo creo necesario. Hoy luego de 17 días, se ha logrado establecer el contacto con los 33 mineros que quedaron bajo tierra en la mina San José y tengo el corazón emocionado.
En mi otro blog comenté el día en que sucedió la tragedia, comenté que no era posible que en el siglo XXI, los mineros trabajaran en condiciones del siglo XIX, que no era posible que las condiciones de seguridad fueran tan precarias. Es más el día 3 de Julio un trabajador perdió una de sus extremidades, un pierna y de eso no sabíamos nada hasta que sucedió esto. Escribí en mi blog que "aún nos quedan luchas"

¿Qué nos ha pasado?

Miraba durante la semana como el mundo seguía, dieron noticias de inundaciones en Pakistán y pensé - así deben recibir las noticias de los mineros en el resto del mundo - como un montón de gente, sólo eso. Yo no he estado en paz, mi espíritu no me ha dejado dormir y es que me intranquiliza el que la máquina ruede y ruede, que todos sigamos produciendo, que continuemos en nuestras nimiedades, en nuestros egoísmos, en nuestras peleillas y no nos detengamos.

¡Paren el mundo que me quiero bajar! Gritaba mi voz callada.

Tenía la seguridad que se encontraban con vida y recé con mis alumnos aunque ellos me decían ¡Ya se murieron! Yo creí en la subcultura minera, que para nosotros los de la superficie es difícil entender, en que surgiría un líder entre ellos que podría tranquilizarles y organizarles. Sobre todo fe en que el ser humano tiene el espíritu de Dios, por lo tanto algunos logran ser "HÉROES" , porque logran que su espíritu supere las debilidades del cuerpo y en un acto divino sobreviven.
La Resiliencia es vital en estos casos, me río y me disculpan los psicólogos, cuando dicen que un equipo de profesionales irá para hablar con ellos mientras transcurre el tiempo en que logren rescatarlos, pues creo que los mineros les dan "cancha, tiro y lado" a cualquier terapia psicológica. Lo que os psicólogos debieran hacer es estudiar a los mineros y colocar sus impresiones y vivencias en un libro al igual lo hizo Victor Frankl en El hombre en busca de sentido.
No quiero referirme ahora a la responsabilidad laboral y política, porque resulta obvia y realmente espero que la Justicia haga su papel dignamente y no sea algún resquicio legal el que deje impune a los responsables, incluyendo a los políticos.
Pero sí quiero hacer mención a la responsabilidad que nos compete como sociedad ¿Cuánto nos preocupamos por el otro? ¿Dónde se nos fueron los ideales? ¿Por qué bajamos la guardia al acabarse la dictadura? ¿Es que esperaremos que sean los estudiantes los que peleen nuestras luchas? ¿Dónde estamos los adultos que vivimos señalando cuál es el camino correcto?

Dinero, dinero, dinero! Subsistir...¿Estamos acaso sobreviviendo?
¡Cuidado! ¡Stop! ¡Alto!
Somos seres humanos, hagamos honor a la especie y reflexionemos, que nos conmuevan las cosas que les suceden a otros, que no nos sean indiferentes las injusticias, tenemos el DEBER de denunciar, al igual que en tiempos antiguos lo hacían los profetas, ellos denunciaban la injusticia aunque pusieran en riesgo su vida. Esta es la historia del cristianismo y la historia del ser humano. Pero yo no me limito como Marx, a quien le tocó sólo la historia de los opresores y oprimidos ¡NO! yo quiero contar la historia de esos hombres y mujeres que dieron su vida y ganaron y triunfaron.
Cada vez que no reclamamos un derecho echamos por tierra lo que otros hicieron, cada vez que nos derrotamos, negamos la capacidad humana y divina de ser MÁS. Cada vez que nos hacemos los lesos por no meternos en problemas, empañamos para lo que fuimos creados, fuimos creados para ¡VIVIR! y no para morir-
Hace un rato me llamó mi hija Analicia, para decirme - Mamá tenías razón, estaban vivos -
Yo les pregunto amigos y amigas ¿Están viviendo o sobre viviendo?

Les dejo estas palabras de Víctor Frankl :

Vive como si ya estuvieras viviendo por segunda vez y como si la primera vez ya hubieras obrado tan desacertadamente como ahora estás a punto de obrar.”