lunes, 12 de septiembre de 2011

21 víctimas...vacío público

"Se produjo un vacío público"...de todas las cosas que leído y visto a raíz de la tragedia de las 21 víctimas de Juan Fernandez, las palabras del periodista (creo) Eduardo Vergara en el programa de la red Hasta agotar stock, son las que me han hecho un clic y han encausado mi idea de escribir esta nota.
Una tragedia que ha removido al país y nos ha tenido en vilos, con el corazón apretado, en la espera nuevos restos humanos que permitieran identificar a nuevas víctimas...voy conduciendo por Valparaíso, cuando en la radio Bio Bio Chile, anuncian los nombres: Felipe Cubillos y Felipe Camiroaga, entre otros y digo entre otros, porque no escuché nada más después de eso, me entristecí, siempre se guarda la esperanza de vida, hasta que se encuentran los restos. Ambos parecen haber sido excelentes personas, embarcadas en una causa muy noble.
Al observar la TV, era una verdadera romería en las afueras de Televisión Nacional de Chile (TVN), gente humilde que llegaba con sus fotografías con velas, carteles de agradecimientos, santitos y sus lágrimas sinceras, dejaron su rutina diaria y se dirigieron al canal a expresar su pesar por la muerte de cinco miembros del equipo del programa Buenos días a todos, era imposible n conmoverse con las escenas de dolor, gente que nunca conoció en persona al conductor del matinal Felipe Camiroaga, cientos de personas, más de 17 libros de condolencias, me impactó una señora que fue con su hijo de 16 años que tiene cáncer a agradecerle a Felipe y al programa su compañía, otras mujeres decían cariñosamente- cuando nuestros maridos se iban a trabajar nos dejaban todos los días con nuestro amante - De todas las edades, hombres, mujeres y niños, llorando, algunas amargamente, tan terrible pérdida.
Quiero ser lo mas respetuosa posible, yo también lloré cuando escuché el nombre de Camiroaga, me trasladé a otras etapas de mi vida cuando veía los programas que iban repitiendo en la TV, me reí y admiré su astucia, sentido del humor y me sorprendí con sus actos de nobleza, muchos desconocidos por todos, por su generosidad y compromiso social.
Pero ¿Qué nos pasa a los chilenos y chilenas? ¿Cómo puede un programa de TV llenar vacíos tales en la vida de las personas que hace brotar tantas lágrimas, tanta desesperación tanto vacío nacional?
COMPAÑÍA, es la palabra que más he escuchado - era quien nos acompañaba - dicen las personas que le veían a diario -quedó un vacío que nadie va a poder llenar- dicen otras, entonces me pregunto ¿Cómo es posible que un personaje de la TV haya llegado a ser tan importante como un familiar? Porque aquí no estamos hablando de fans de un cantante o grupo de rock, eso es distinto. aquí, al menos lo que yo observo y escucho es una gran cantidad de gente SOLA, abuelitas solas, señoras solas, una madre y su hija ya adultas que eran acompañadas por Felipe Camiroaga, cada mañana, ellas lloraban desconsoladamente, desconsoladamente solas...
¿Qué sucedió con la vecina que acompañaba antes? ¿Con las señoras que se colocaban afuera de sus casas a ver jugar a los niños a media mañana? ¿Dónde están las vecinas que compartían el paseo de comparas a la feria y escuchaban la radio? ¿Dónde esas vecinas que cuidaban los hijos de otras y daban comida a ese vecino enfermo que estaba solito? Antes uno sabía que contaba con un vecino o una vecina siempre, con un familiar que nos salvaba y luego nosotros a él. Hoy los adultos debemos saber que iremos a parar a un asilo tarde o temprano, o nos quedaremos solos en un departamento pequeñito, porque las familias están cada vez más nucleares, menos aclanadas.
Demasiada gente sola y no estoy exagerando, una exageración parece lo que las personas hacen frente a TVN y tal vez no lo sea...
Vivimos en barrios peligrosos con una desconfianza atroz, con departamentos de 40 metros cuadrados, enrejados...en condominios con conserjes a los que no les sabemos ni el nombre y muy difícilmente entablamos conversación con algún vecino, menos lo vamos a hacer con quienes hacen las labores de aseo, además rotan permanentemente en sus puestos y eso ni nos preocupa, pagamos para que las cosas funcionen...
O llegamos tarde a nuestras casas dormitorios o nos encerramos a ver la TV, desde los programas matinales, las telenovelas, los programas de farándulas, de los cuales Felipe Camiroaga fue tantas veces víctima y hoy todos le lloran y hacen nuevos programas con él, vemos como despedazan a personas que al parecer no tienen talento, ni valen mucho...hasta que mueren...
Al parecer el dolor es grande porque no solo se nos fue un gran animador, si no una compañía...
Mejor vayamos a conversar con el guardia de nuestra torre, con la señora que hace el aseo en nuestro trabajo, con esa vecina que nos encontramos a diario en el paradero y preguntemos ¿ Cuántos hijos tiene? ¿De donde viene usted? O mejor tomemos el teléfono y llamemos a esa tía que está sola e invitemosle a pasar con nosotros el 18. Tal vez entonces, nuestro vacío lo llenen personas que conozcamos en verdad y con los cuáles intercambiemos afectos reales...me incluyo.