viernes, 27 de julio de 2012

Llora Lautaro desde el volcán

Cuando pienso en Lautaro, es como si pensara en Cristo. Los dos dieron una lucha contra un gigante, con distintos métodos y ninguno de ellos puede descalificarse, mas lo que los acerca en mi mente es el corazón de justicia, la certeza de saber que por lo que se lucha es por aquello que se ama, no por un beneficio edonista y pequeño, sino por uno superior, por su pueblo y esto hasta inmolarse. Difícil es comprender el tema mapuche desde una visión occidentalizada ¿cómo vamos a entender por qué lucha por un cerro, un campo, un río? Para nosotros es sólo una cuestión económica y si tierra es lo que quieren podemos darles hasta el desierto. Pero no es cuestión de materias primas, recursos o sustento solamente; es una cuestión de cosmovisión, de cómo ellos ven la vida, le buscan sentido, viven la muerte y el nacimiento, cómo se relacionan con la tierra y con el cielo: el río no es sólo agua que riega los valles, el volcán no es un provocador de catástrofes naturales sino que es la guarida del Pillán, que nos habla y equilibra el escenario con su bramido, los fundos guardan los espíritus de los ancestros que bondadosamente nos mantienen y proveen de alimento. Tampoco debemos entender que todo es una cuestión de fe, también lo es de desarrollo sustentable, ellos conocían el concepto antes que nosotros lo articuláramos en nuestras cabezas. ¿Cómo vamos a entender su mundo y poder dialogar el conflicto? ¿Qué sabemos nosotros de armonía, de sustentación ecológica, de fe? Estamos en una cultura desarraiagada de la naturaleza, nuestros cuerpos dan cuenta del impacto a través de las enfermedades nerviosas, nuestros niños dependen cada vez más de un medicamento para calzar en nuestro sistema y los celulares han invadido la intimidad? El gobierno chileno ha decretado Estado de excepción en la Araucanía, eso significa militarizar aún más la zona, acabo de ver a un gobernador que va a conversar con los líderes mapuches con una propuesta en blanco, sobre la compra de predios y no creo que tenga mala intención, solo que mientras sigamos tratando de dialogar desde nuestra visión nuestras palabras son solo como "un metal que resuena y hace ruido y nada más"

sábado, 14 de julio de 2012

¿Qué hay en Kazajistán?

Enciendo la TV a las 6 AM y veo cómo se pautea la conversación del día de hoy. La semana pasada eran los abusos, esta los transplantes y la donación de órganos, la próxima el perfil de los asesinos seriales ¡que no tenemos!, en fin ¿Qué es noticia hoy en día? Difícil definición. Nuestro país resulta tan pequeño y común que el periodismo se ha encargado de llenarnos de trivialidades o como bien llaman algunos "delincuenciarios". Pero ¿Nada sucede? Claro que no, lo que sucede es que lo que realmente está sucediendo es infinitamente más deprimente que el "delincuenciario". El otro día en clases con niños de unos 13 añosrevisamos el mapa mundial y uno me preguntó indignado - ¿Qué hay en Kazajistan, es el tremendo país y nadie me ha hablado de él? - De eso realmente se trata lo que reflexiono hoy, de Kazajistan, de Siria, de la Araucanía, que día con día suceden allí noticias reales, pero parece que si no les nombramos, no pasamos nuestra vista por el mapa no existen. Hoy que estamos más conectados que nunca antes en la historia de la humanidad, estamos alejados de lo que pasa más allá de lo que quieren mostrarnos. Es tiempo de tomar la red y viajar, porque en el mundo están sucediendo cosas y mientras no las conozcamos, no podremos empatizar con las personas que viven esos acontecimientos.